Resurfacing, el rejuvenecimiento facial con láser de CO₂
El ser humano ha perseguido desde siempre el secreto de la eterna juventud. Es por ello que nuestros antepasados recurrieron a toda clase de técnicas para beber de la fuente de la vida eterna.
Hoy en día, el panorama no ha cambiado. Si bien tenemos claro que la inalterabilidad absoluta del rostro es una utopía, sabemos que gracias a las novedosas técnicas como el resurfacing, es posible lucir una piel más joven y luminosa. Cada vez se hacen más populares los procedimientos que no incluyen bisturí y el resurfacing láser es uno de ellos.
La piel es la zona de nuestro cuerpo que más sufre por las exposiciones ambientales. Y aunque ésta se renueva cada 30 días, cuando aparecen las arrugas, manchas y flacidez hay que actuar de inmediato.
La estimulación del recambio celular ha sido una tendencia en auge que se ha mantenido en crecimiento en los últimos años. Así que, si notas pérdida de vitalidad en tu rostro, conocer más sobre este novedoso sistema puede resultar muy útil.
¿Qué es el resurfacing?
Con el paso de los años la piel va perdiendo elasticidad. El colágeno y la elastina van disminuyendo y llega la tan temida flacidez. Todos pasamos por este proceso natural y es algo que no se puede evitar, pero sí controlar y conseguir retrasar los signos de envejecimiento. Son muchas las personas que recurren a productos naturales para el cuidado de la piel del rostro. Otras, sin embargo, optan por tratamientos más eficaces, como el resurfacing láser, una técnica que reduce manchas y arrugas, otorga brillo al cutis y devuelve la vitalidad a la piel. Para hacerse un tratamiento resurfacing CO₂ no es necesario pasar por un quirófano, sino someterse a un tratamiento ambulatorio en el que, en una o varias sesiones, se notarán los resultados. La activación mediante energía láser de los fibroblastos promueve la formación de colágeno, aumentando la capacidad de regeneración de la piel y aportando los resultados esperados para lucir un rostro rejuvenecido. La finalidad del proceso es dar paso a una nueva capa de piel que fabrique colágeno y proporcione un efecto lifting. Además, su uso no se limita al rostro, ya que con frecuencia es usado para combatir la flacidez del cuello y la zona suprahioidea, conocida coloquialmente como “papada». Este tratamiento estético tan completo y eficaz es visible en poco tiempo. Mediante el resurfacing, el organismo, de forma natural, dará paso a una nueva piel, firme, suave y juvenil cuyos resultados son permanentes.
¿Cómo funciona este tipo de fotorejuvenecimiento facial con láser CO₂?
El resurfacing con láser CO₂ es uno de los tratamientos más seguros que se realizan en la actualidad y a su vez una de las técnicas más extendidas para el rejuvenecimiento facial. De hecho, está aprobado por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los EEUU), que constituye la máxima autoridad a nivel mundial y es el organismo encargado del examen, evaluación y aprobación de una amplia gama de productos para su uso médico, alimenticio o cosmético. Pese a sus garantías, antes de dar inicio al proceso de regeneración de la piel, un médico especialista debe evaluar detalladamente cada caso e indicar, de ser necesario, consideraciones y estudios previos. Tras la aplicación de la anestesia local y la solución antiséptica, se procederá a tratar la zona mediante el procedimiento de resurfacing láser CO₂, en el cual la piel tratada se va solapando. En unos 15 a 30 minutos, tu rostro lucirá una piel nueva, rejuvenecida, más radiante y luminosa.
Efectos secundarios inmediatos del tratamiento de resurfacing
Al finalizar la sesión existe un pequeño escozor o ardor residual, semejante a una quemadura solar. Esto es debido a que la aplicación del láser hace que la piel se descame, variando su tonalidad, siendo suficientes un par de semanas para su completa desaparición. Tras la aplicación del tratamiento, el rostro pasará a tener una tonalidad rosácea. Su sensibilidad hace necesario que durante la primera etapa tras el tratamiento sea fundamental extremar los cuidados contra la radiación solar. Además, será importante prestar atención al cuidado diario y el uso de cremas hidratantes.
Resultados visibles con efectos permanentes
Pasadas unas semanas, los resultados serán más visibles y, a partir de ahí, el especialista indicará las nuevas pautas a seguir y los cuidados necesarios. El tiempo de recuperación va a depender de la potencia usada; a mayor potencia, aumentará la cantidad de días necesarios para conseguir el efecto. Si se trata de potencias bajas, es más rápida la recuperación, pero dependiendo del rostro a tratar será el tipo de láser a usar. Eso sí, una vez pasada la etapa de regeneración de la piel, los efectos son permanentes.
Tipos de resurfacing láser
Cada piel es diferente. Factores como la edad, exposición continua a los rayos solares o estilo de vida influyen en sus condiciones. En ese sentido, el médico determinará, mediante un estudio detallado, cuál será el tipo de resurfacing más adecuado.
El tipo de láser a utilizar es elegido de acuerdo a la necesidad particular de cada paciente. Es decir, zonas afectadas con manchas, arrugas o flacidez, entre otros.
Láser ablativo
El láser ablativo profundiza la piel de forma microscópica con orificios muy pequeños. Se recomienda para rostros con mayor cantidad de manchas o pigmentaciones y arrugas.
Como resultado del tratamiento de resurfacing con láser ablativo, se elimina la epidermis o capa superficial de la piel. La energía producida genera una columna de calor que traspasa la siguiente capa y genera tensión, dando paso al efecto lifting.
Este sistema es uno de los más usados en el rejuvenecimiento de la piel. Generalmente, es necesario solo realizar una sesión con este tipo de láser, pero requiere de mayor tiempo de recuperación.
Láser no ablativo
El tratamiento de resurfacing con láser no ablativo consiste en reemplazar la columna de piel coagulada y producir tejido nuevo. A diferencia del láser ablativo, no produce microheridas tan eficaces, por lo que no es recomendado en casos extremos. De hecho, por ello se trata de la técnica ideal para imperfecciones superficiales.
En cuanto a la recuperación, el periodo es menos largo, ya que es un tratamiento más suave. Sin embargo, al ser un tratamiento más ligero, este tipo de resurfacing requiere más sesiones para lograr el efecto deseado.
Láser fraccionado y no fraccionado
El láser fraccionado divide el haz de láser en píxeles pequeños. De esta forma, penetra de forma alterna en la dermis y evita que toda la piel se someta al tratamiento.
Sin duda, este tipo de técnica está llena de ventajas, como la reducción del tiempo de recuperación. Además, el ardor, la comezón y el enrojecimiento durarán menos y disminuirá el número de quemaduras profundas.
Por su parte, el láser no fraccionado es la técnica clásica. De hecho, fue el primer tipo de procedimiento en ser usado. Hoy en día es usado con menos frecuencia, ya que requiere un tiempo de recuperación más amplio.
Razones para elegir el resurfacing
El resurfacing CO₂ es uno de los tratamientos más demandados en la actualidad. Son muchas las personas que conocen sus beneficios y apuestan por esta técnica. Los motivos justifican que se haya convertido en un tratamiento de éxito:
- No necesitarás pasar por un quirófano.
- Tu piel se verá más suave, con brillo, y las manchas disminuirán considerablemente.
- Es un tratamiento que, en comparación con otros, resulta muy económico.
- El resultado es permanente.
- Permite tratar diferentes problemas estéticos en una o pocas sesiones.
Sin duda, las razones para elegir un tratamiento resurfacing con láser de CO₂ son muchas y muy atractivas, pero es conveniente tener claros todos los aspectos inherentes a este tipo de técnica antes de decidirse a realizarla.
2 comentarios
Buenas noches. ¿qué momento es el mejor para hacerme un tratamiento de resurfacing? Tengo una boda dentro de dos meses y me gustaría programar el tratamiento
Buenos días Lucía. Ten en cuenta que este tratamiento es incompatible con el sol, por lo que recomendamos que se realice en temporada de otoño o invierno. Por otra parte lo mejor es que lo hagas con más de un mes de antelación al evento para que le dé tiempo a la piel a renovarse completamente.